martes, 26 de octubre de 2010

Segunda campaña de intercambio cultural de Bichos Bolita “Su mascota por un chobi 2010”


Cada día, miles de Bichos Bolita (armadillium vulgare) quedan sin techo al ser levantada la baldosa que los alberga. La Fundación Bicho Bolita cumple con la patriótica misión de proteger a esta especie de la extinción, y Agarrame que lo mato le cede un espacio.


Dado el contundente éxito de la Campaña 2009 de Intercambio Cultural nos vemos casi obligados a tener que repetir la experiencia.
Esta vez, el camino recorrido nos dejo enseñanzas que pondremos en práctica en la versión 2010 del evento. Palitos que no volveremos a pisar, piedras con las que ya no tropezaremos:

1. No se aceptarán maridos ni por uno, ni por 10 millones de armadillium vulgare, debido a que aún tenemos un remanente de maridos que no retornaron a sus casas, buscando asilo político en las Embajadas de este territorio, en la Redacción de esta Revista y en cavernas varias que no vamos a detallar, para no incomodar a nadie.

2. La duración será de 40 días. Sin excepción. Esta vez el día cuarenta deben retornar todos y cada uno de los bichos bolita, pudiéndose interpretar lo contrario como una provocación, y pudiéndose confundir con el tráfico y la trata de bicho.

3. Nueva tabla de equivalencias. Los mamíferos cuadrúpedos, conservan los valores de 2009, no así los mamíferos bípedos (y estamos hablando de hijos pequeños, cuñados y suegras) a los que se les agregará un cero:


IMPORTANTE:
Con el sólo objeto de evitar el hacinamiento, la Fundacion Bicho Bolita sugiere utilizar 1 baldosón cada 100 mogras de bicho bolita (queda a criterio de los interesados evaluar la cantidad de baldosones a recibir).

4. Los casos de adopción que surjan de este intercambio cultural serán evaluados por el Movimiento N.E.G.R.A. (Nativos En Guerra Revolucionaria Alzados), y serán aprobados o rechazados a la vuelta de una comitiva de 15 miembros que visitará el posible futuro hogar de la mascota. De ser aceptada la familia, se remitirá a la misma una baldosa de 30x30 cm. con una colonia de armadillium vulgare adherida a la base.
(Indicaciones: Toman leche descremada, ven TV hasta tarde, no se tapan para dormir.)


Y hablando de adopciones, queremos compartir con la lectorada este video que nos envía la señora Azucena Maria F. de Conforti desde la ciudad de Ciego de Avila (Cuba). En él da muestra de lo felices y prósperas que se encuentran nuestras queridas mascotas, y lo hace con elocuentes imágenes. En un ambiente cordial y limpio, y con destrezas nuevas recién aprendidas.
La señora Conforti recibió este contingente de mascotas en el intercambió cultural de 2009, a cambio de su marido.


VIDEO Pinche aqui



Asimismo, recordamos a los Ministerios de Salud y Ambiente del mundo todo, que se encuentra a total disposición el documental estrenado en 2009 sobre la vida del bicho bolita en su hábitat por excelencia: nuestra Isla. Dir.: Mr. Magoo.



No se pierda esta experiencia única en el orbe: remita su solicitud ahora mismo a bichobolita.gob.aqlm@gmail.com

Y aprovechando este espacio, contestamos algunos de los cientos de correos que recibimos:
Señora Alicia R. de Ferrini: Si, puede solicitar la misma colonia que le fuera enviada en la campaña 2009
Señor Hugo Alberto Salerno: Si, puede conservar algúna baldosa de recuerdo.
Familia Lombroso: Por supuesto que no.
Señor y Señora Raimondo: ¿De casualidad, les dió leche entera?
Señora Lily Fratarrello: No, los hijos deben regresar con sus padres, no obtienen la ciudadanía del "intercambiador" sino la cuidadania de la colonia, en este caso, siguen siendo ciudadanos de AQLM Ailan, de todos modos no participan de la experiencia hembras gestantes.
Señorita Della Fuente:Puede ser.
Señor y Señora Raimondo: Ocurre que la leche entera les provoca gases, Sugerimos leer atentamente y respetar los folletines explicativos. Lamentamos la mala experiencia.



AQLM Áilan. Santuario Natural del Bicho Bolita


Dada la licencia psiquiátrica de la señorita Evely Gomez, esta nota fue tipeada por el Sr. Ullrico Ludwig Von Schlutter a quien agradecemos su buena ortografía y predispisición.
Las Directoras

miércoles, 13 de octubre de 2010

Excusivo: ¡Encontramos el Diario del Almirante de la Cuarta Carabela de Colón!

Así como lee: hallamos el Diario de Viaje del Almirante de la Cuarta Carabela, Don Blas Agapito de Malaverga y Montemenor.

El Diario completo apareció dentro de un cofre que los alumnos de A.C.M.elO.G.T. encontraron junto al cañon hallado recientemente en las profundidades de nuestro lecho marino. Luego de constatar que no poseía monedas de oro ni tesoro alguno, lo remitieron al Equipo de Arqueología Subacuática del Movimiento N.E.G.R.A. para su recuperación, conservación y estudio. Concientes del valor testimonial que este diario tiene para la humanidad, iremos publicándolo en sucesivas entregas, para evitar que se sature la güev.
Hoy, 12 de octubre, en un nuevo aniversario de San Griento en todo el continente americano, publicamos los manuscritos del 30 de septiembre y 1º de octubre de 1492, histórico momento de la llegada de la Cuarta Carabela a nuestra Isla, hoy AQLM Áilan:



Domingo treinta del mes de xeptiemvre del año de Nuestro Señor Jesuscristo un mil cuatroscientos noventa y dos:


Navegamos camino al güeste a diez millas por hora, ayudados milagrosa y grandemente por la corriente. Cuasi no queda yerva de jumar ni bocado alguno que probar. La tripulación vive nerviosa y espera ver tierra y ha días con sus noches que no haxen otra cosa que lamentarse y elucubrar motines y toda clase de revueltas, amén de celebrar varias partidas de naipes en cada turno. Túrnanse para montar guardia en la popa hazta que algún paxarillo se acerca al navío, cuando arrójanle redes para cazarlo y comerlo sin siquiera quitarle el plumage. En amaneciendo, vide un ave fermosa que posose en proa, mas queriendo salvarla cuasi caigo de bruces enredado en las tales redes de pesca.

Vése multitud de estraños animales, enormes como toninas y con afilados colmillos, que parece la mar estar cuajada dellos. Escoltan la nave y contemplan con mirada desafiánte a los marinos que osan asomarse por la borda, que tal parecen estos animales criaturas intelijentes y con entendimiento de la situación.

Transcurrió la xornada sin más sovresaltos que los haxta aquí relatados, y siendo las ocho y media de la noche el marinero Sebastián de Acatraz y Maslejo, al que apodan “Pepe Petaca”, acodado en la barandilla de proa dixo ver lumbre a lo lejos, a lo que nadie creyó por ser el tal Sebastián aficionado a las bebidas blancas, tal su poco feliz apelativo lo certifica. Sigió afirmando ver lumbre, dando voces de alerta como poseído.

Gritóme: "Almirante, muérame yo fulminado por excelso rayo si aqello que brilla en lontananza no son poblados de salvages de las Indias". Repitiólo el loro en mi hombro, por loqual corrí desde el castillo de popa a empujarlo hacia la mar, no sea que el fulminante rayo dextroze la nave. Mas en llegando pude divisar tras el horizonte un punto de lumbre titilando cual lucero. Abracé al loro como poseído, lo cual ocasionóle un severo ahogamiento del cual lamentáblemente no recuperóse, teniendo yo que arrojarlo a la mar envuelto en el estandarte del Reino de Castilla y Aragón con todos los honores que ha merecer un Vixealmirante.

Entretanto fue creciendo el alboroto en cubierta, hubo quienes quisieron llegar a nado hacia aquél punto de lumbre, lo cuál fué evitado por los feroces animales que acompañaban el derrotero de esta carabela. En queriendo imponer el sosiego, fui elevado en andas por la tripulación y, no me esplico cómo pudieron encerrarme en mi camarote, trabando la puerta con toda clase de lampazos y palos que encontraron, a lo que siguió una algarabía digna de las fiestas de San Fermín. Debí envolver mis oídos con almoadas para poder conciliar descanso.

Lunes primero del mes de octuvre del año de Nuestro Señor Jesuscristo un mil cuatroscientos noventa y dos:

Navegamos camino al güeste a cinco millas por hora. A las cuatro y treintaidós de la madrugada el tal “Pepe Petaca” abre la puerta de mi camarote a la voz de “Tierra, mi Almirante”. En calxoncillos largos y catalejo en mano me precipito a cubierta, y en viendo hacia el horixonte, puedo afirmar que no se trata más que de las Indias revosantes de riquezas y oro, tal y no ótro era el brillo que víamos anoche.

A las cinco y diez y siete de la madrugada puede al fin divisarse una fogata y varios seres que parecen mancebos de buena estatura, mugeres sinuosas con sus criaturas en hombros, todos sin exepción agitándose como en éxtasis místico, y voxes nos llegan de aquellas costas. Ordeno a los arcabuceros cargar sus armas, pero desde que he tenido que lamentar la desapacixión de mi loro, ha menguado grandemente mi autoridad sobre estos hombres. Desoyendo mis voxes de alerta, y famélicos de alimentos y diversiones, deciden éllos mismos arrojase a la serena mar y nadar los metros que nos separan de las Indias, y algunos déllos arrójanse sobre las tales criaturas de colmillos blancos, montándolas como si de corceles se tratase, que al parecer no eran tan ferozes como imaginaba. Llegando a la costa son los marinos convidados con extraños brevages, que pasan de mano en mano servidos en enormes recipientes hechos de los frutos de unos árboles que se encuentran por doquier en estas Indias, cuyo fino tronco remata en la copa con un penacho de enormes hojas.

Bien me alertó mi madre acerca del peligro de hacerme a la mar con jentes de tan baja procedencia, presidiarios con condenas perpétuas y oscuros esclavos libertos. Mejor suerte hubiese tenido de viajar en la Santa María, si no fuera porque mucho temo que junto con la Pinta í la Niña, acaso hayan naufragado entre olas tempestuosas, ya que ha treintaicinco días con sus noches que no hay señales de las antedichas carabelas.
Maldigo a los principes, rei y reina de España, a Don Cristobal Colón, a Don Martín Alonso Pinçón, al ingenioso hidalgo Don Alonso Quijano y a mi alma, por haceptar tamaño desvarío y haxerme a la mar con gentes tan peligroxas. Encomiendo mi alma al altísimo y ruego a todos los santos clemencia para este pobre servidor de vuesas magestades.

Enciérrome en el castillo de popa con varios arcabuces, que un almirante no avandona su nave mientras tenga hálito de vida.
Don Blas Agapito de Malaverga y Montemenor


Foto: los restos de la cuarta Carabela en nuestras costas, el día del hallazgo del cañón de Malaverga, 17/04/10: