Tras una emocionante jornada de subasta, con una Redacción colapsada en su capacidad y cientos de personas agolpadas en el patio coreando ¡Olé, olé olé olé, Omar, Omar!, finalmente pudimos ofertar la mayor suma... ¡y quedarnos con el último taparrabo de Omar Garito!
Un desconocido turista neocelandés casi se lleva la preciada prenda, pero los miembros de nuestra Redacción pudimos más. Aunamos voluntades y billetes, y desde hoy contamos con un pedazo de la historia íntima de nuestra Isla.
Serafín O. L´Trasso, nuestro filetero, ya está abocado a la tarea de enmarcarlo como la memoria de Omar lo merece, y próximamente Ud. lector y sus seres queridos podrán contemplarlo visitando la Redacción.
Párrafo aparte merece la incalificable actitud de Lusaka Bongo, quien no sólo se negó a participar del remate sino también confundía a los asistentes en el acceso a la Redacción, murmurándoles al oído: "Esto es una fantochada, Garito no murió, si yo mismo lo vi!"
Agarrame que lo mato es una Isla que no figura en mapa alguno. Anárquica. Habitada por un pueblo feliz al extremo que vive en cavernas y calza taparrabos. Hay morsas domésticas, tarariras mensajeras, bichos bolita, lavado artesanal de dinero, campeonatos de plancha, vino patero, cultivos varios, guardería, centro cultural y una buat que no duerme. Esta Revista difunde el acontecer isleño en el mundo, gracias a la pinchadura del cable maestro de interné. ¡Bienvenido, lector, póngase cómodo!
domingo, 22 de marzo de 2009
¡El taparrabo se queda en casa!
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